Es difícil entender la sociedad de hoy en día sin los préstamos. Los hay de muchos tipos y, aunque solamos pensar en los préstamos de dinero, los más habituales suelen ir más allá y están relacionados con objetos que utilizamos en nuestro día a día: puede ser el cargador que te prestan cuando te quedas sin batería, el coche que tu amigo te deja para irte de vacaciones unos días a la sierra o esa chaqueta de tu hermano que a ti te sienta igual de bien o incluso mejor.

De hecho, a lo largo de nuestra historia, los préstamos han jugado un papel fundamental, siendo el periodo actual el que se centra más en los préstamos responsables. No en vano, detrás de algunas de las mayores empresas de la humanidad, se encuentra un préstamo. No hubiese sido posible para Cristóbal Colón llegar a América sin el préstamo de Luis de Santángel, que terminó por facilitar además que los Reyes Católicos dieran su visto bueno al viaje más importante de sus vidas. Otras grandes empresas, como Inditex, Starbucks o Domino’s Pizza, también empezaron con préstamos que, bien utilizados, permitieron crear algunas de las compañías más importantes del mundo.

Estos casos tienen algo en común: todos ellos solicitaron dinero a un prestamista que decidió confiar en que usarían el dinero correctamente y en que lo devolverían cuando llegase el momento. Y es que, si nos preguntamos cómo prestar dinero sin riesgo, debemos partir siempre de los principios del préstamo responsable. Por supuesto, no debe mos asociar esta responsabilidad exclusivamente a los préstamos de dinero, ya que cualquier tipo de préstamo debe partir de unas garantías previas.

Qué es un préstamo responsable

Si alguna vez has escuchado hablar de ello, pero no sabes en qué consiste un préstamo responsable, es aquel en que las dos partes asumen sus respectivas responsabilidades a la hora de llegar a un acuerdo. Por ejemplo, si un amigo te presta una herramienta de bricolaje, has de devolverla en las mismas condiciones y en un plazo de tiempo razonable que hayas acordado con él. Devolverla con retraso o en mal estado afecta a la confianza y no ayuda a que se puedan dar nuevos préstamos. En cambio, hacerlo a tiempo demostrará que eres una persona responsable que hace buen uso de aquello que te prestan. De esta forma, el prestamista estará más dispuesto a seguir siéndolo y con unas condiciones cada vez más favorables para ti.

Igualmente, si te preguntas cómo prestar dinero a un familiar y tienes el temor de que resulte en un error, o si puedes prestar dinero a un amigo, con el riesgo de perder el dinero y al amigo, lo primero que deberás tener en cuenta es la situación de la otra persona y, si finalmente decides dejarle dinero, ofrecerle una cantidad razonable y un plazo para devolverlo que se adapte por completo a sus circunstancias. No es lo mismo dar un préstamo a alguien sin ingresos que a una persona que sí los tenga. Así es como también se mide el riesgo en muchos casos.

Pero lo que vale con el ejemplo del dinero vale para cualquier otro objeto que se pueda intercambiar, pedir o prestar. Por ejemplo, exactamente igual sucede si a tu amigo le prestas el coche o tu casa en la montaña para un día, un fin de semana o un mes. Tan importante es que él te devuelva la moto o deje la casa en buen estado como que tú se la prestes en las mejores condiciones posibles previamente.

Porque el préstamo responsable es bidireccional. No es solo una parte quien debe dar motivos de confianza a la otra, sino las dos. Ambas partes han de estar contentas con la experiencia que les ha supuesto el préstamo.

Nuestra iniciativa del préstamo responsable

En Creditea somos unos defensores de los préstamos personales, siempre que se lleven a cabo de forma responsable, puesto que creemos en sus enormes beneficios para la sociedad y para aquellos que lo practican. Por ello, queremos celebrar con todos ustedes nuestra pertenencia a dicho grupo, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de los préstamos personales, siempre y cuando se gestionen con responsabilidad, ya que pueden impulsar aspectos tan positivos como el fomento de la economía colaborativa.

Si algo positivo ha permitido Internet, entre otras muchas cosas, es la facilidad para encontrar toda la información que requerimos justo cuando la necesitamos. Esto no sólo permite disponer de la oferta que mejor se ajusta precisamente a tu demanda, sino también a encontrar opiniones y reseñas sobre empresas, productos, ofertas y hasta préstamos y créditos. Así, la responsabilidad es esencial para cualquier contrato, empresa, sociedad e individuos.

Por eso, si quieres saber más información al respecto, no dudes en visitar nuestro diccionario financiero, que incluye la definición de muchos de estos conceptos y otros relacionados con la economía.