Hoy vamos a explicarte cuánto deben pagarte según tu caso con un ejemplo, te hablaremos de algunos factores que podrían afectar el monto de tu finiquito, del tiempo límite que tiene tu empresa para pagarlo y a quién recurrir si se niegan a hacerlo.

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¿Qué te corresponde por ley si renuncias después de 2 años trabajando?

Cuando renuncias voluntariamente a un trabajo, tienes derecho a recibir una compensación justa y proporcional conocida como finiquito. La empresa está obligada a entregártelo, tal como lo establece el Artículo 123 de la Constitución Política.

El finiquito es el pago de todo lo que quedó pendiente al momento de tu salida, ya que eres tú quien decide dejar la empresa. Incluye lo siguiente:

• Los días trabajados que todavía no te pagan: Por ejemplo, si te pagaron el día 15 y renuncias el 24, te corresponde el pago de los días laborados del 16 al 24 según tu salario diario.
• La parte proporcional de aguinaldo: Por los días que llevas trabajados durante el año.
• El pago correspondiente a las vacaciones y prima vacacional: En caso de que estén pendientes.
• Cualquier otro pago pendiente según tu caso: Como comisiones, bonos o fondo de ahorro.
• Prima de antigüedad: Solo si tienes 15 años o más en la empresa.

¿Cuánto me toca si renuncio y tengo 2 años trabajando?

Para el cálculo del finiquito solo se toman en cuenta los pagos pendientes del año en curso. Por esta razón, el tiempo que lleves en la empresa no afecta mucho en el pago del finiquito (a menos que tengas 15 años o más y te corresponda la prima de antigüedad).

Si tienes dos años en el mismo trabajo, además de los días laborados, te toca la parte correspondiente de vacaciones pendientes, el aguinaldo proporcional y cualquier otro pago que, según tu contrato o un acuerdo formal, tengas.

Un ejemplo ilustrativo de cálculo

Imagina que cumpliste dos años en la empresa. Al renunciar han pasado 12 días después del pago de tu quincena. Entonces, para calcular tu finiquito toma en cuenta:

• El pago de los días que trabajaste desde tu último pago hasta la fecha de tu renuncia (11 o 12 días, según si el último día lo laboraste).
• El pago de las vacaciones no disfrutadas que te correspondan de forma proporcional, así como la prima vacacional mínima del 25% (recuerda que para dos años por ley te corresponden 14 días de vacaciones).
• La parte proporcional del aguinaldo, calculada con base en tu salario diario, los 15 días de aguinaldo que marca la ley y los días trabajados durante el año.

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Diferencias entre finiquito y liquidación: lo que NO te toca al renunciar

Ojo con esto: si renuncias no tienes derecho a una liquidación, solo al finiquito. La liquidación aplica solamente cuando es la empresa la que te despide. Su objetivo es que puedas solventar tus gastos hasta que consigas un nuevo empleo. En el finiquito se te paga únicamente lo que quedó pendiente. En la liquidación, además de las cuentas pendientes se entrega el pago correspondiente a tres meses de salario (y prima de antigüedad, si aplica).

¿Cuánto tiempo tengo para reclamar mi finiquito?

Aunque la ley no establece un plazo exacto para que te entreguen el finiquito después de tu renuncia, lo más común es que se pague pocos días después. Si avisaste con anticipación tu salida, normalmente se deposita en la fecha que indicaste como tu último día de trabajo.

Eso sí, es importante que tengas en cuenta que tienes hasta un año para reclamar el pago del finiquito. Pasado este tiempo pierdes tus derechos como empleado y el patrón se libera de cualquier obligación.

¿Qué hacer si no te quieren pagar tu finiquito?

Tienes hasta un año después de renunciar para reclamarlo. Después de este tiempo, según la ley, pierdes tus derechos como empleado. Si ves que el tiempo pasa y tu patrón se niega a pagar lo que te corresponde, llama a la Profedet para recibir orientación gratuita. Estos son los números: 800 717 2942 y 800 911 7877.

Consejos para usar tu finiquito sabiamente

Lo ideal al renunciar a tu trabajo es que tengas una mejor opción en puerta. De ser así, tu finiquito puede ser útil para incrementar tu ahorro o crear un fondo de emergencia.

Si terminaste tu relación laboral, pero aún no tienes un nuevo empleo, será clave administrar bien este dinero y sacarle el mayor provecho posible mientras encuentras tu siguiente oportunidad. Sigue estos consejos:

• Prioriza tus gastos básicos.
• Evita compras innecesarias.
• Destina una parte al ahorro de emergencia.
• Planea un presupuesto mensual.
• Reduce gastos fijos si es posible.
• Evita endeudarte.