Educación financiera

¿Qué es y cómo funciona el crowdfunding?

El micromecenazgo, quizá más conocido por su acepción en inglés, crowdfunding, es un concepto pensado para la financiación colectiva de proyectos de todo signo, con o sin ánimo de lucro. Esta forma de financiación se basa en la aportación de pequeñas cantidades capaces de impulsar iniciativas s...

30 de septiembre de 2022 · Tiempo de lectura 4 min

El micromecenazgo, quizá más conocido por su acepción en inglés, crowdfunding, es un concepto pensado para la financiación colectiva de proyectos de todo signo, con o sin ánimo de lucro. Esta forma de financiación se basa en la aportación de pequeñas cantidades capaces de impulsar iniciativas sociales, culturales o de cualquier actividad económica. Se trata de una opción cada vez más popular a la que recurren jóvenes emprendedores para conseguir dinero y hacer realidad sus proyectos, sobre todo, a través de Internet. Pero ¿Qué es el crowdfunding? ¿Sabrías identificar qué diferencias hay entre crowdfunding y crowdlending? En Creditea te lo explicamos.

¿Cómo funciona el crowdfunding?

El propio vocablo anglosajón nos explica perfectamente el sentido del micromecenazgo, que combina el significado de compartir (crowd, multitud) con la financiación (fund). En la génesis de toda iniciativa de este tipo se ponen en relación dos actores: el creador de un proyecto y las personas que podrían estar en disposición de financiarlo mediante sus aportaciones, hasta cubrir su coste total.

En aquellos proyectos que sí buscan un retorno económico para los inversores (en los últimos años se extiende, por ejemplo, el crowdfunding inmobiliario) se puede hablar de modelos de economía circular, en la medida que los pequeños inversores esperan beneficiarse de los rendimientos que ofrezca ese proyecto que han decidido financiar.

Por el contrario, es bastante común la financiación colectiva como resultado de iniciativas de micromecenazgo solidario, asociado a proyectos que no aspiran a obtener beneficio económico, sino a producir algún tipo de rendimiento social. Pensemos, por ejemplo, en un libro didáctico, una institución cultural o un proyecto de cooperación al desarrollo. En este caso, es habitual que quien se sume a la financiación reciba un ejemplar de la obra o una memoria de resultados.

Este concepto, aun en desarrollo, supone una alternativa a los modelos tradicionales para financiar un proyecto. En el ámbito de la pequeña empresa, la dependencia de la financiación bancaria implica un arma de doble filo, eficaz en los periodos de bonanza en el crédito, pero un cuello de botella cuando vienen las restricciones a las que habitualmente se ofrece solución con la refinanciación de préstamos.

¿Qué modalidades de crowdfunding o micromecenazgo existen?

La financiación colectiva permite modalidades en función de la naturaleza del proyecto y el papel del inversor. Te podemos describir algunas:

  • Equity: el inversor recibe a cambio acciones o participaciones de la empresa que impulsa el proyecto.
  • Lending: la financiación consiste en un préstamo que tiene que ser devuelto, con el correspondiente interés.
  • Reward: el inversor no percibe una cantidad monetaria, sino un servicio, por lo general relacionado con el proyecto.
  • Donation: es el micromecenazgo solidario por excelencia. El motivo es la financiación del proyecto en sí mismo.

Obviamente, la tecnología es un poderoso aliado para la financiación colectiva, dado que las plataformas que permiten aportaciones por Internet facilitan el lanzamiento de proyectos y la participación en los mismos. Esto permite que personas que en un principio no tienen ningún vínculo y no se conocen entre sí, puedan apostar por un objetivo común. Habitualmente, antes de invertir, quien quiere participar tiene acceso a un dossier del proyecto, una versión previa de la obra, o un plan de negocio que justifique la aportación.

Entre las plataformas más destacadas hay que citar forzosamente a Kickstarter (líder mundial en proveer financiación a proyectos de diseñadores, artistas, músicos, cineastas y otros creadores), Indiegogo, Ulule o GoFundMe (centrada en proyectos solidarios) y las españolas Verkami y Lanzanos.

Una vez que sabemos qué es el crowdfunding y cómo funciona, podemos concluir que esta forma de financiación se abre cada vez más camino al amparo del cambio social y el avance tecnológico. Su potencial de crecimiento es elevado y puede ser un motor para la innovación. No obstante, estas iniciativas no a menudo salen adelante y quienes vayan a colaborar en el proyecto necesitan una buena dosis de información previa y, por descontado, motivación en el proyecto. Como además, en ocasiones el proyecto no será propiedad de su creador, sino que lo compartirá con quienes creyeron en su iniciativa, la opción de obtener un crédito rápido para arrancar un negocio que requiera poca inversión continúa siendo más que viable.